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Neobancos: la revolución financiera del siglo XXI

Hace 35 años, la idea de tener el banco en la palma de tus manos era inimaginable. Pero lo que era incluso más impensable era la posibilidad de hacer un depósito, solicitar un préstamo o pagar tus facturas desde la comodidad de tu hogar, todo sin pisar una sola sucursal bancaria.

En la era de la digitalización, la banca experimenta un proceso de transformación radical. La aparición de los neobancos, instituciones financieras 100% digitales, está redefiniendo el sistema bancario tradicional.

Los neobancos ofrecen una serie de servicios financieros que incluyen, pero no se limitan a, cuentas corrientes, ahorros, transferencias de dinero y préstamos. Todo esto a través de una aplicación o plataforma digital.

Fondo cerebro de inteligencia artificial

Brett King, autor de 'Bank 4.0' y líder en la esfera de la banca digital, ha dicho: "La próxima década verá una revolución bancaria que cambiará fundamentalmente la forma en que pensamos acerca del dinero y la banca". Los neobancos están liderando esta revolución con su enfoque en la conveniencia del cliente, la eficiencia y la transparencia.

Esta modalidad, que se hace presente en República Dominicana a través del recientemente lanzado Qik Banco, también está a la vanguardia de la inclusión financiera. Según el Banco Mundial, casi 1,400 millones de personas en todo el mundo carecen de acceso a servicios bancarios y los neobancos están desempeñando un papel crucial en la inclusión al sistema financiero formal.

Beneficios

1. Operación totalmente digital: Los neobancos operan completamente en línea, lo que significa que no tienen sucursales físicas. Los clientes realizan todas sus operaciones a través de la web o de aplicaciones móviles.

2. Facilidad de uso: Las plataformas suelen estar diseñadas con un enfoque en la experiencia del usuario, lo que las perfila intuitivas y fáciles de usar. Muchos ofrecen la posibilidad de abrir una cuenta en minutos, desde el móvil y sin papeleo.

3. Rapidez en las transacciones: Estas suelen ofrecer transacciones rápidas y en tiempo real. Esto incluye transferencias, pagos y otras operaciones financieras que son instantáneas y pueden hacerse en cualquier momento.

4. Innovación constante: Los neobancos se caracterizan por su capacidad para adaptarse rápidamente a las necesidades cambiantes de los clientes y al entorno de mercado. A menudo están a la vanguardia en la adopción de nuevas tecnologías y tendencias, como la inteligencia artificial, la banca abierta y otras.

Por ejemplo, Nubank, el innovador neobanco de Brasil, ha captado más de 70 millones de clientes (cifras de 2022) desde que inició sus operaciones en 2013. Su crecimiento exponencial se atribuye a su enfoque en proporcionar servicios a aquellos clientes potenciales que históricamente han tenido desinterés por bancarizarse. Esta estrategia ha resultado ser una poderosa fuerza motriz para su expansión y éxito continuo, que incluye un alcance importante en México y Colombia.

Según informes como el de las firmas Fincog y BPC (Banking, payments, context), ya en 2021 sumaban 52 los neobancos establecidos en Latinoamérica y la cifra global superaba los 400.

En el Reino Unido, Monzo ha conquistado a más de 7 millones de clientes con su enfoque en la experiencia del usuario y la transparencia de las tarifas. Sus coloridas tarjetas de débito y su interfaz de usuario amigable han atraído a una generación de clientes digitales que buscan nuevas formas de bancarizarse.

El crecimiento de los neobancos parece estar en una trayectoria ascendente. A medida que la generación del milenio y la generación Z, nativas digitales, se convierten en la principal demografía de los consumidores, es probable que la adopción de estos bancos digitales siga aumentando.


En resumen, estas entidades están transformando el paisaje bancario y financiero con su enfoque en la eficiencia, la transparencia y la inclusión. Son una respuesta a la necesidad de servicios bancarios que se adapten a las demandas de la era digital. Como dijo Brett King, "la banca ya no es un lugar al que vas, sino algo que haces". En la era de los neobancos, esta afirmación nunca ha sido más cierta.