La palabra finanzas, según su etimología, resultó del verbo 'finer', variante de 'finir' (terminar), cuyo significado es 'pagar' y se estima que existe desde el siglo XIII, es decir 6 siglos antes de nacer Juan Pablo Duarte y Diez, pues el padre de la patria de la República Dominicana llegó al mundo un 26 de enero de 1813 (primera etapa del siglo XIX).
Para aprender sobre el mundo de las finanzas siempre acudimos a buenas lecturas y a expertos, también a figuras de respeto o que nos inspiran por su proceder en el manejo económico.
En la antigüedad cuando el mundo de las matemáticas se desplegaba con grandes investigaciones y descubrimientos, ya las personas seguían a notables figuras, convirtiéndose en sus discípulos: solo hay que recordar a Conón de Samos, Arquímedes, Eratóstenes y otros propulsores de las matemáticas, que trascendieron antes de Cristo, no sólo por sus aportes, sino también, gracias a esos discípulos que buscaban aprender de ellos y luego impulsaron su legado.
Con este preámbulo, se nos ocurre preguntarte: ¿En algún momento has pensado en estudiar a una de las figuras más relevantes de nuestra historia desde la perspectiva del manejo de sus finanzas?
Hemos querido traerte esa mirada financiera de nuestro Padre de la Patria, Juan Pablo Duarte, con motivo de la celebración de sus 210 años de nacimiento.
La carta del sacrificio
Una de las revelaciones de Duarte sobre su vida financiera, lo es una carta del 4 de febrero de 1844, donde escribe a su familia pidiéndoles lo que a primera vista pudiera verse como un sacrificio económico, de hecho, la 
misiva se conoce con el nombre de “la carta del sacrificio”, que al largo plazo fue una gran inversión. En el documento resalta esta solicitud de nuestro prócer a su familia: “Ofrendemos en aras de la patria lo que, a costa del amor y del trabajo de nuestro padre, hemos heredado”.
Leyendo más adelante, el mensaje de Duarte demuestra el valor de la responsabilidad y que el patricio tuvo una estrategia para recuperar el presupuesto familiar que se invertiría a favor de la Patria, pero su táctica se fundamentó en el trabajo, y eso se evidencia en este párrafo: “Independizada la patria puedo hacerme cargo del almacén, y, heredero del ilimitado crédito de nuestro padre y de sus conocimientos en el ramo de marina, nuestros negocios mejorarán y no tendremos que arrepentirnos de habernos mostrado dignos hijos de la patria”.
Otro momento histórico que nos ofrece una perspectiva de Duarte en el manejo de las finanzas, fue cuando el patricio se vio precisado a administrar recursos económicos por ocupar la función de director con Pedro Santana, del cuerpo armado que estaba en Baní, en uno de esos viajes, a Duarte se le entregó la suma de RD$1,000.00, de los cuales gastó RD$173.00, y al regresar a Santo Domingo, devolvió al Tesoro de la República, que para entonces dirigía Miguel Lavastida, la suma de RD$827.00 pesos, y de esto queda constancia en su manuscrito de rendición de cuentas del 12 de abril de 1844.
En una entrevista que realizamos al presidente del Instituto Duartiano, Wilson Gómez, conversamos sobre estos hechos relevantes en la vida financiera de Duarte, donde el investigador resalta que, a pesar del desprendimiento, Duarte siempre demostró responsabilidad.
Duarte, con sus acciones y la evidencia histórica del manejo de sus finanzas, demostró una serie de valores, que hoy los estudiosos de su vida resaltan.
La inversión más trascendental de nuestra historia
Hoy, a 179 años de nuestra Independencia, convirtiéndonos en la República Dominicana, no quedan dudas de que el manejo financiero de Duarte fue una apuesta a la inversión más trascendental de nuestra historia: Ser un país soberano y lograr contar con la libertad de nuestra nación y una nacionalidad que hoy llevamos con orgullo.
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