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Secreto bancario (columna de Gustavo Volmar)

Si alguien quiere que le devuelvan sus intereses, porque vive de ellos y éstos no llegan al monto establecido en la ley, deberá a fin de año presentar a la DGII una declaración jurada de ingresos.

Cuando se mencionó inicialmente que el gobierno se proponía establecer un impuesto sobre los intereses ganados por las personas físicas, surgió la inquietud de que la confidencialidad de los depósitos en los bancos sería vulnerada.

Ese "secreto bancario" no es realmente absoluto, pues el gobierno puede indagar, siguiendo los trámites correspondientes, acerca de las cuentas de cualquier persona y los bancos deben darle esa información. Pero ésa es la excepción a la regla, porque el secreto se aplica automáticamente a menos que haya un requerimiento especial de datos.

El director de la DGII reiteró esta semana que el gravamen del 10% será aplicado sin que se revelen los nombres de los depositantes. Mensualmente cada banco sacará el 10% del total de intereses que debe pagar a los individuos y lo entregará al gobierno, de forma global, sin nombres.

Pero si alguien quiere que le devuelvan sus intereses, porque vive de ellos y éstos no llegan al monto establecido en la ley, deberá a fin de año presentar a la DGII una declaración jurada de ingresos, en la cual detallará los intereses que recibe. Revelará sus datos voluntariamente y quedará sujeto a que la DGII verifique si realmente esos son sus únicos ingresos y si tiene otras cuentas que no ha declarado.

No sabemos cuántos individuos decidirán presentar su declaración personal. Es probable que muchos decidan no hacerlo, porque como quiera se les descontará el 10% y sólo lo recuperarán después. O porque no quieren hacer el trámite de la declaración o revelar otros ingresos.

Convendría a la DGII que decidieran no hacerlo, no sólo porque se quedará con el 10% ya retenido, sino porque recibir declaraciones y procesarlas toma tiempo y absorbe personal. Por eso se permite que las empresas actúen como agentes de retención de los impuestos a pagar por sus asalariados, ya que sería inmanejable que cada persona declarase por separado.

Artículo del Sr. Gustavo Volmar, publicado en el periódico Diario Libre, en la columna “Global y Variable”. Viernes 30 de noviembre de 2012.