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Instrumentos de financiamiento para los negocios: Leasing y Factoring

Instrumentos de financiamiento para los negocios: Leasing y Factoring

Por: Liliany Martínez, Comunicaciones ABA

Bien sea por sus metas de ampliación, por situaciones de carácter económico o para enfrentar cualquier otra situación, a una gran parte de los negocios se les hace necesario acudir a alguna fuente de financiamiento. Ante este escenario, existen diversos productos financieros que resultan convenientes para dichos fines.   

A continuación, abordaremos dos de estos instrumentos de financiamiento, útiles para la funcionalidad y crecimiento de las empresas: Leasing y Factoring 

Leasing

Es un acuerdo mediante el cual una entidad financiera (arrendador) pone a disposición de un cliente (arrendatario) bienes muebles y/o inmuebles, para que este último los utilice por un tiempo determinado. Una vez concluido el plazo, y dependiendo del tipo de leasing, el usuario tiene la opción de renovar el contrato, comprar el activo en disposición o retornarlo a la entidad.

Aunque existen diferentes modalidades de leasing que se distinguen según el bien que se arriende, en el caso de la República Dominicana, este mecanismo de financiamiento está más enfocado en facilitar a las empresas maquinarias, vehículos y otros equipos operativos.

Entre algunas de las principales ventajas que representa el leasing para las empresas están la posibilidad de adquirir bienes nacionales e internacionales sin necesidad de realizar cuantiosas inversiones; obtener plazos de financiamiento más amplios y flexibles; financiar activos con un nivel de endeudamiento menor; entre otros beneficios.

Factoring

También llamado factoraje, es una modalidad de financiamiento en el que una empresa cede sus facturas pendientes por cobrar a una entidad financiera para recibir el importe de estas de forma anticipada.

A través de este mecanismo, el negocio recibe por adelantado una parte del dinero de las ventas que ha realizado a crédito y cedido a la institución financiera, pudiendo notificar o no a sus clientes dependiendo de las condiciones que haya acordado con la entidad con la que efectúa el factoraje.

En los casos donde el cliente es informado de la cesión (factoraje con notificación), este realiza el pago de las facturas directamente a la entidad financiera.

Por otro lado, cuando el cliente no es informado de la cesión (factoraje sin notificación), el pago de las facturas se realiza a la empresa, quien luego remite el importe que recibió a la institución financiera.

Según coinciden diversos escritos, entre los beneficios que representa el factoraje para las empresas está la obtención de liquidez inmediata, que les permite cubrir gastos operativos, administrativos, enfrentar alguna contingencia, realizar inversiones, entre otros compromisos o metas financieras.   

Igualmente, gracias a los servicios adicionales que pudiera recibir la empresa, a través de este acuerdo tiene la posibilidad de mejorar el flujo de caja; optimizar la gestión de cobro y, en consecuencia, la contabilidad de la empresa; clasificar su base de clientes; obtener informes de solvencia, etc.

Conforme a lo antes mencionado, el factoring y el leasing para los negocios se constituyen como vías favorables al momento de requerir los recursos imprescindibles en sus actividades productivas, cuya elección de uno u otro dependerá de las necesidades y objetivos que tengan por delante.